Estar deprimido no es sentirse triste o melancólico. La depresión es una enfermedad que afecta a la percepción que una persona tiene sobre sí misma y a lo que piensa con respecto a las cosas, pero que también produce trastornos en el sueño y la alimentación, lo que puede llevar a problemas físicos importantes. Por eso, es muy importante recibir un adecuado tratamiento para esta patología, ya que sino, los síntomas pueden persistir durante semanas, meses e incluso años.
Las mujeres son mucho más vulnerables que los hombres a sufrir una depresión, ya que cambios del ciclo menstrual, los embarazos, el postparto, los abortos espontáneos y la menopausia, pueden ser síntomas de esta enfermedad. Esto quiere decir que los factores hormonales son los principales responsables de este problema, aunque según recientes estudios del foro de mujeres psiquiatras españolas, es el rol propio de la mujer en la sociedad actual el causante de la depresión.
El hecho de ser madre, trabajar, cuidar de la casa y estar pendiente de los familiares ancianos son algunas de las responsabilidades que asumen muchas mujeres, y que les puede suponer un estrés y una ansiedad que acabe en depresión si es llevado al extremo. Para combatir esta enfermedad, es necesario ponerse en contacto con un especialista, que, conociendo casa caso particular, dictamine el tratamiento a seguir mediante fármacos o terapias. Algunos expertos, como la psicóloga Miren Larrazábal, llevan a cabo talleres de ayuda para las personas que sufren dicho problema, en los que se representan los llamados “Tres momentos grises en la vida de una mujer” que pueden conducir a padecer depresión.
Por medio de tres sketches (Inestabilidad en el trabajo y síndrome pre-menstrual, una combinación crítica en la mujer; depresión post-parto y baja maternal en momentos de crisis; y mujer en la edad madura: menopausia y Síndrome de Nido Vacío), la psicóloga trata de ofrecer estrategias y recursos para solucionar estas situaciones problemáticas. Pero el tratamiento o la terapia no siempre son suficientes, por eso, es necesario ayudarse a sí mismo para tratar de eliminar los pensamientos negativos que nos conducen a la depresión.
Existen una serie de tareas con las que uno puede ayudar a salir de esa espiral en la que lo malo puede a lo bueno, y que son importantes a tener en cuenta, como es el participar en actividades que te hagan sentir mejor, dividir las tareas y establecer prioridades, o fijar objetivos realistas que se cumplan fácilmente, y con los que no agobiarse. Pequeños detalles como estos pueden contribuir a evitar síntomas depresivos.
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