Mostrando entradas con la etiqueta Sexo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sexo. Mostrar todas las entradas

Fuente: http://www.saludymedicinas.com.mx/nota.asp?id=1837&canal=1



Lo cierto es que la palabra que en esta ocasión nos ocupa refiere a la secreción de semen, siempre involuntaria, que no va acompañada de un orgasmo, por razones que a continuación explicaremos.



Ahora bien, a polución suele acompañarle el término “nocturna” debido a que es en los periodos de descanso en ese lapso del día en que con mayor frecuencia se presenta. Así es, esta expulsión suele ocurrir durante la llamada fase MOR (Movimiento Ocular Rápido o REM por sus siglas en inglés) del sueño, la cual trataremos de explicar de la siguiente forma: al quedarnos dormidos pasamos por dos etapas fundamentales, siendo la primera la fase ligera, donde las ondas cerebrales se hacen lentas; aproximadamente 90 minutos después se ingresa a la segunda, donde el sueño es más profundo y el organismo sufre baja en temperatura corporal y pulso, el oído se pone alerta y los ojos se mueven bajo los párpados de un lado a otro de manera similar a cuando se está viendo una película, lo que se denomina fase MOR, momento en el que se presentan los sueños y el cerebro está tan activo como si se estuviera despierto; los especialistas señalan que esta etapa ocupa apenas 25% del tiempo que pasamos dormidos.


Neurólogos, psicólogos, especialistas en trastornos del sueño e incluso sexólogos discuten en nuestros días el hecho de que las poluciones se hagan presentes en la etapa MOR, ya que algunos señalan que se deben a tener sueños eróticos y otros descartan tal hipótesis.

Los urólogos, por ejemplo, afirman que la eyaculación nocturna puede ser provocada por un mecanismo automático del organismo para mantener el buen funcionamiento de los genitales masculinos, lo cual se explica de la siguiente forma: al no haber coito o masturbación las vesículas seminales (especie de recipientes que acumulan el esperma) se llenan y originan que haya una erección, la cual a su vez provoca una contracción en la próstata y ésta a su vez motivará la expulsión del líquido. Por si fuera poco, los mismos especialistas acotan que la mayoría de las erecciones durante el sueño ocurren en las primeras horas de la mañana, cuando los niveles de testosterona (hormona sexual masculina) en la sangre son máximos.

Por su parte, la corriente científica que se ocupa de la salud mental indica que el mecanismo referido funciona como se ha presentado tras ser estimulado oníricamente (al soñar), lo cual es más común ante la falta de actividad sexual.

Es importante dejar claro que si bien se ha mencionado que las poluciones nocturnas son más frecuentes entre los jóvenes que inician la adolescencia, ello no quiere decir que han desarrollado plenamente su capacidad reproductiva, ya que el fluido seminal puede no contener espermatozoides, debido a que estos empiezan a producirse aproximadamente a los 15 años de edad, aunque en ciertos casos hasta los 18 años por no haberse completado la maduración adulta en la creación de espermas en los testículos.

Nada de qué apenarse
Para gran cantidad de jóvenes los sueños húmedos significan el ingreso a la pubertad, ya que sin saberlo la producción de hormonas sexuales se inicia y con ella cambios importantes en el organismo: la voz se hace más gruesa, crecen vellos en la región púbica y las axilas, y los genitales empiezan a madurar.

Sin embargo, el hecho de que los chicos al despertar por la mañana encuentren sábanas y ropa de dormir manchadas de semen es motivo de extrañeza, pero sobre todo de vergüenza como si hubieran cometido algún acto indecoroso. Ante tal hecho, se recomienda que los padres actúen con total naturalidad y traten de explicar al apenado chico que se trata de un proceso fisiológico que indica que se encuentra ya en la adolescencia.

Si los progenitores no actúan de esta manera y regañan al joven avergonzado, pueden desencadenar un sentimiento de culpa que lo acompañará por muchos años, en el que se relacionará a la eyaculación con algo negativo, que corresponde a un individuo perverso de pensamientos malsanos.

Igualmente negativo será que el chico busque asesoría entre amigos de su edad o con quien no es lo suficientemente maduro para orientarlo, pudiendo con ello correr el riesgo de relacionar las poluciones nocturnas con el inicio de la virilidad, masculinidad o machismo, o bien con la culminación de sueños o fantasías eróticas, sin tener una explicación del proceso fisiológico natural que significa realmente.

Así, se sugiere a los padres tomar el acontecimiento con naturalidad y no obligar al chico a hablar del tema si no quiere; en cambio, deben ofrecer mantener “las puertas abiertas” a cualquier tipo de preguntas al respecto y, algo que será muy valioso, no hablar de las experiencias propias, pues los adolescentes lo aborrecen.

Si usted se pregunta qué sucede en la mujer durante un sueño húmedo, podemos mencionarle que no experimenta una polución como el varón, pues no genera líquido seminal, pero si tendrá humedad originada por las llamadas glándulas de Eskene y Bartholin, las cuales se encuentran a cada lado de los labios vaginales menores y tienen la función de producir fluido cuando hay excitación

Leer más...

Fuente: http://www.saludymedicinas.com.mx/nota.asp?id=566&canal=1



Los padres deben considerar que conversar de estos temas, a temprana edad y de modo natural, ayuda a que niños y adolescentes tengan ideas claras y mayor responsabilidad sobre su cuerpo.La plática honesta entre padres e hijos contribuye a retrasar el inicio de la actividad sexual, evita las conductas de riesgo y promueve la socialización sexual sana en la juventud.


No es fácil, lo sabemos, y en ocasiones es imposible esconder el espontáneo rubor al pronunciar "ciertas palabras" o tener que repetir una explicación, pero es parte del ejercicio de la paternidad. Y es natural, pues la mayoría de los adultos de hoy, cuando eran niños, nunca hablaron con sus progenitores de sexo y temas afines. De ahí la inseguridad y la impresión de que se hace algo que escapa de la costumbre.


Asimismo, muchos padres tienen la idea errónea de que hablar de sexo con sus hijos puede despertar su curiosidad y dar pie a que los jóvenes tengan un experiencia prematura, o bien, que traer a la plática temas como la homosexualidad podría influir en la preferencia de sus descendientes.

De acuerdo con la información, 500 adolescentes fueron consultados, y casi el 65% de ellos desaprobaron las actividades sexuales "aún con precauciones", si bien reconocieron la presión ejercida por lo medios de comunicación al afirmar mayoritariamente que "es penoso admitir que se es virgen". Además, los jóvenes señalaron que la principal causa que retrasa sus actividades sexuales es el temor al embarazo y a contraer alguna enfermedad venérea, admitiendo que sus padres influyen sobre sus conceptos acerca del sexo y la abstinencia.


Una conversación para cada edad
Considerando lo anterior y que cuando los niños no encuentran información al respecto en casa la buscan en amigos u otros adultos, quienes manejan conceptos erróneos o distorsionados, los padres deben asumir su responsabilidad de contribuir en la formación de sus hijos, desmintiendo información errónea y proporcionando datos fidedignos, pero sin intervenir en sus decisiones, aunque ello sea difícil.

Primeramente, los padres deben considerar que se debe utilizar un lenguaje especial para cada edad del menor. Cuando son pequeños y empiezan a reconocer su cuerpo (0 a 2 años), deben partir de que ya hay una conciencia que parte de la autoexploración; entonces, a la hora del baño se le pueden nombrar al niño las partes de su cuerpo de manera natural: "Estas son tus manos, aquí están tus pies, aquí tu pene, aquí tu vulva". De esta manera se consigue que el hijo aprenda las partes de su cuerpo con el vocabulario correcto.

Cuando son más grandes (3 ó 4 años) han aprendido a diferenciar su cuerpo de manera más clara, gracias a actividades rutinarias como lavarse las manos o cepillarse los dientes, de modo que también empiezan a conocer las diferencias de género. Pueden entonces aparecer preguntas como: "¿Por qué yo tengo pene y las niñas no?", "¿por qué mamá tiene senos y papá no?". Los tutores deben estar preparados para estas preguntas y responder en forma clara y sin mentiras. Es positivo que los padres recurran a los animales para explicar las diferencias; por ejemplo, decir: "¿verdad que una vaca y un toro son diferentes?", pues niños y niñas también son distintos.

Durante la primera fase de la edad escolar (5 a 8 años), las preguntas de niñas y niños no son iguales, pues los chicos son más ingenuos que ellas y no presentan demasiada curiosidad hacia el tema. De todos modos, se tiene que considerar que ya son conscientes de que existen diferencias entre hombres y mujeres. Las explicaciones deben ser cortas y contestar sólo lo que se pregunta; considere que los pequeños a esta edad sienten más curiosidad por las partes de su cuerpo, no por el sexo en sí. Nuevamente, todo ejemplo tomado de la procreación de los animales para explicar la sexualidad humana es válida, siempre y cuando al niño le quede clara la información.

No debe recurrirse a mentiras y en cambio explicar con paciencia, tomando la relación de pareja como modelo. Se puede decir que papá y mamá se quieren mucho y se lo demuestran con abrazos y caricias, y que todas las parejas lo hacen de esta forma u otras similares. Debe hablarse de amor y cariño, lo que permite con el tiempo profundizar en el tema del sexo propiamente dicho.

Cuando el niño llega al período previo y de inicio a la pubertad (9 a 12 años) es muy probable que haya hablado con sus amigos y compañeros de clase sobre sexualidad. También es posible que tenga creencias erróneas y que esté confundido en algunos aspectos, de modo que tratar el tema a estas alturas es muy diferente a cuando eran pequeños.

Es bueno abordar el tema en forma relajada y aprovechar alguna oportunidad, como al escuchar una noticia sobre sexualidad que se dé en los medios de comunicación o el nacimiento de un bebé en la familia para crear una discusión en torno al tema; siempre se debe ser muy honesto en las respuestas y dejar claro que se puede volver a esta conversación en nuevas oportunidades.

A esta edad ya se debe hablar de sida y embarazo, así como de métodos anticonceptivos y prevención de enfermedades de transmisión sexual. Es positivo tratar estos temas en momentos de tranquilidad y no cuando existen problemas. También son útiles los cursos o campañas de información sobre sexualidad que se dan en colegios, clínicas o centros especializados.

En la adolescencia (13 a 18 años) la sexualidad se vuelve un aspecto preocupante para la mayoría de los padres, pues sus hijos comienzan a salir por la tarde y noche sin tener control absoluto de sus actividades. A pesar del constante bombardeo en medios de comunicación (películas, series televisivas) deben evitarse actitudes aprehensivas y, más bien, partir del hecho de que sus descendientes ya no son niños y deben ser tratados como adultos que dentro de poco se enfrentarán a situaciones desconocidas.

Aquí se verá reflejada la relación que han mantenido los padres con sus hijos: si el diálogo ha sido positivo y abierto, los adolescentes recurrirán a ellos porque sabrán que cuentan con apoyo y ayuda. En cambio, si nunca ha existido una relación de sinceridad, el joven buscará información con otras personas o en medios como revistas o Internet, con el riesgo de que, ante la abundancia de información, carezca de la capacidad de discernir entre datos objetivos y útiles, y otros irresponsablemente difundidos.

Finalmente, los padres deben considerar que necesitan conocer estos temas para hablar de ellos con sus hijos, por lo que es importante que busquen información y asesoría si no saben cómo actuar o deben manejar situaciones delicadas.

Leer más...

lunes, 16 de febrero de 2009

Los mandamientos del sexo

Fuente: www.compactodenoticias.com









Pese a que no existen "reglas" en lo que a intimidad y relaciones de pareja se refiere, hay una serie de tips que podrá seguir para que su vida sexual evolucione:

1. Paciencia: Si siente que su pareja "acelera" pasos que para usted son importantes a la hora de hacer el amor, quizá necesite ayuda para relajarse.

2. Break: Dado que no siempre hay tiempo para tener relaciones de la manera "tradicional", algunos profesionales aconsejan buscar un rinconcito de la casa, dado que la adrenalina acelerará el proceso y será un recreo para ambos.

3. Intimidad: Al parecer, para tener relaciones plenas con la misma persona a lo largo del tiempo hay que trabajar todos los días un poquito. Los halagos al otro son el mejor afrodisíaco.


4. Besos: Los labios son la única parte del cuerpo más sensible que el clítoris.


5. Amanecer: Un encuentro sexual al levantarse predispone el día de otra manera. Aseguran que el nivel orgásmico a esa hora es mayor.


6. Punto: El cuello uterino o cérvix es un sitio de placer que pocos conocen. Se trata de un órgano rico en terminaciones nerviosas.

7. Atención: Concentrarse en su propio placer es lo que hace que las personas gocen más durante las relaciones. No es tarea fácil, pero no imposible.


8. Olfato: La sexualidad está estrechamente vinculada a ese sentido.


9. Sincronización: Durante los cinco días posteriores a la menstruación, la mujer suele tener orgasmos más frecuentes y placenteros. "Programar" encuentros en esos días sería una opción.


10.Comunicación: La mejor manera de obtener algo es pidiéndolo. Compartir las fantasías y deseos es clave en la relación.

Leer más...

miércoles, 28 de enero de 2009

La adicción al sexo

Fuente: http://www.parasaber.com/salud/psicologia/trastornos-psicologicos/sexuales-y-de-identidad-sexual/articulo/psicologia-adiccion-sexo-pornografia-adictos/10471/


La adicción sexual es una forma de adicción en la que algunas personas solventan y afrontan sus sentimientos o sus preocupaciones mediante el sexo.

Los adictos al sexo intentan superar o evitar las dificultades de la vida mediante el comportamiento sexual. Suelen ser personas que le dedican mucho tiempo a la búsqueda y al complacer sus comportamientos o fantasías sexuales, convirtiendo este comportamiento en el centro de su vida.

No es lo mismo una persona con un deseo sexual fuerte que un adicto al sexo. La diferencia fundamental se presenta en que el primero disfruta de sus relaciones y busca el placer en todas; en cambio el segundo sólo las usa como una conducta compulsiva y automática, sin perseguir el placer, sino sólo satisfacer una dependencia.

La pornografía juega un papel muy importante en los adictos al sexo.

En el hombre normalmente comienza con la curiosidad por cosas nuevas que le exciten; en la mujer, por contra, su causa principal suele ser la insatisfacción, que deriva en ninfomanía.

Leer más...

Fuente: http://mujer.terra.es



Somos seres sexuados y necesitamos este contacto íntimo no sólo para satisfacer nuestros instintos, sino para fundirnos en cuerpo y mente con nuestro compañero. No nos referimos sólo a la penetración. Los besos y las caricias por sí solas, son capaces de limar las asperezas que surgen en la convivencia diaria.

Por ello, cuando el sexo no funciona, cuando no existe atracción física, cuando se anula la emoción del acercamiento, llega el aburrimiento, la monotonía y con ello el fracaso de la pareja.

Las parejas modernas se encuentran ante el desafío de luchar, constante y continuamente, para que el sexo funcione y considera que saber conciliar lo seguro de la relación con otras situaciones más impredecibles, excitantes, misteriosas y sorprendentes, podría ser la base del éxito que reactive las relaciones pasionales de la pareja.

La inteligencia erótica consiste en crear cierta distancia entre la pareja para luego hacerla cobrar vida en cada espacio”.

Todas las relaciones pasan diferentes momentos en su vida sexual, apasionados, exploradores, tranquilos, todos van siendo síntoma o reflejo de la evolución de la pareja, claro que eso depende de cada persona de como se sienta y lo piense.

Leer más...