¿ Estoy quemado o sufro un desgate profesional?
El burnout es el agotamiento que afecta prioritariamente a los individuos que trabajan con personas
El síndrome de burnout fue descrito por primera vez en EEUU por Maslach y Jackson en 1981, y se define como un síndrome caracterizado por:
- Agotamiento emocional: sensaciones de sobreesfuerzo, de no poder das más de sí; fatiga y cansancio.
- Despersonalización: actitudes de insensibilidad y frialdad.
- Desmotivación: sensación de vació y pérdida de interés; sentimientos de incompetencia profesional.
- Estrés laboral: malestar generalizado con afección no solo psíquica sino también física.
Se produce fundamentalmente cuando hay una descompensación entre las expectativas profesionales y la realidad diaria del individuo y afecta directamente a la calidad de vida laboral del mismo. Las profesiones asistenciales (sanitarios, profesionales de la enseñanza, trabajadores sociales) presentan mayor riesgo de padecer el síndrome.
¿Cómo puedo saber si padezco o no burnout?
Hay una serie de síntomas que nos pueden ayudar a distinguir si padecemos o no burnout:
- Síntomas físicos: dolores de cabeza, dolores abdominales, síntomas propios de ansiedad (palpitaciones, ahogos, mareos etc.) nos pueden ayudar a darnos cuanta de que algo va mal.
- Síntomas emocionales: cambio muy generalizado y radical en nuestro carácter y nuestra forma de actuar en el trabajo, nos volvemos más fríos, indiferentes, impacientes, insensibles.
- Conducta: absentismo, irresponsabilidad, vagancia, desmoralización.
¿Hay algún cuestionario que me pueda ayudar a mí o a la empresa a descubrir si padezco burnout?
El cuestionario que más se utiliza es el MBI (Maslash burnout inventory) consta de 22 ítems dirigidas a evaluar las 4 variables: agotamiento emocional, despersonalización, desmotivación y estrés.
¿Qué puedo hacer?
- Si percibes que puedes padecer algún de los síntomas anteriores acude a un especialista, o en tu propia empresa al responsable de recursos humanos. La prevención es la mejor arma contra el burnout.
- Encuentra tiempo para ti mismo. Usa tu tiempo libre para hacer tareas que te diviertan y te enriquezcan interiormente.
- Organiza mejor tu tiempo de manera que no vivas para trabajar, sino que trabajes para vivir.
- Mejora tus relaciones interpersonales mediante cursos de asertividad y habilidades sociales.
- Practica ejercicio físico y relajación para combatir el estrés laboral.
- Realiza descansos durante la jornada laboral que te ayuden a desconectar por lo menos cinco minutos de la actividad diaria.
- Si tu salud física se ve afectada y eres incapaz de reconducir tu vida laboral acude a un profesional que te facilite estrategias de afrontamiento o un cambio radical en tu vida.
¿Qué puede hacer la empresa por mí?
- Debe haber una comunicación constante con los trabajadores.
- No crear falsas expectativas en los empleados.
- Crear grupos de trabajo que mejoren el rendimiento y permitan un reparto justo de tareas, en la que todos se sientan a gusto y se vean capaces de rendir al 100%.
- Fortalecer los vínculos interpersonales del afectado, tanto en lo personal como en lo profesional, ofreciendo el apoyo necesario y fomentando sistemas de trabajo en equipo.
- Entender que el empleado es un ser humano, con sus virtudes y debilidades, y que para rendir al máximo necesita un apoyo constante, buena comunicación, honestidad. El empleado es una persona, no una máquina, y por ello hay que tener en cuenta su situación, su conducta, sus pensamientos y sus vivencias.
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