Cada año aumenta el número de familias españolas que decide conservar el cordón umbilical del bebé al nacer y guardarlo en uno de los distintos bancos privados que existen en el país. Si en 2007 unas 12.000 familias se inclinaron por esta opción, en 2008 la misma cifra ha ascendido a 18.000. El gran interés que despierta la sangre de este tejido estriba en su elevado potencial terapéutico para curar enfermedades como leucemias o linfomas. Además las células madre umbilicales presentan numerosas ventajas frente a otro tipo de células madre, como las embrionarias, ya que no representan ninguna implicación ética, son fácilmente extraíbles y su obtención no supone ningún daño para el bebé ni para la madre.
Se ha visto en el laboratorio que las células madre umbilicales se multiplican con rapidez y se diferencian en numerosas células del organismo: nerviosas, cardiacas, óseas... Su potencial terapéutico es una ventana abierta a la esperanza para la cura de muchas enfermedades.
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