lunes, 23 de febrero de 2009

¿Qué es la Cleptomanía?

Fuente: http://revista.consumer.es/web/es/20081101/interiormente/74230.php



Quienes sufren este trastorno desarrollan acciones compulsivas para reducir lo antes posible las emociones desagradables. En el caso de la cleptomanía el robo se convierte en una conducta incontrolada que sirve para reducir la ansiedad del momento.
La cleptomanía nace como consecuencia de un malestar generalizado asociado a sentimientos de depresión y ansiedad.



El sentimiento de tensión que experimentan los cleptómanos se intensifica cuando se exponen a una situación en la que pueden llevarse algún objeto. Este nerviosismo evoluciona en estas personas de forma desagradable a medida que el robo está a punto de consumarse.

La emoción es tan intensa que el afectado no ejerce un control sobre su voluntad, aunque sí es consciente de que está a punto de cometer un acto discordante con sus valores, pero es incapaz de plantearse otra solución para reducir el grado de ansiedad que le lleva a consumar el hurto. Por eso sólo cuando sustrae el objeto experimenta una sensación de liberación y alivio por haberse quitado de encima un malestar tan intenso.


Tratamiento:

Es necesario consultar cada caso a un profesional para que elabore un diagnóstico completo en el que no sólo valore la cleptomanía como la manifestación más evidente. En general, suele administrarse antidepresivos por la relación de los síntomas con niveles bajos de serotonina en el cerebro.


Tecnicas que se pueden utilizar:

  • Realizar un registro detallado de los episodios vividos. Después de cada robo involuntario se debe anotar en una libreta la fecha, la hora, el lugar, el estado anímico previo al hurto y el objeto robado. De este modo, se fomenta el control de una conducta que en el momento en que se lleva a cabo parece no estar sometida a ninguna pauta. Así, mediante este control se pueden observar secuencias repetitivas que permiten prevenir situaciones similares. Por otro lado, el individuo es más consciente de lo que ocurre y adquiere una novedosa y placentera sensación de control sobre las conductas impulsivas, llegando a ser capaz de sustituir la forma habitual de actuar por otra que no acabe en un hurto.
  • Es destruir todos los objetos robados. Con su destrucción se consigue romper con una etapa de la vida en la que se han cometido actos involuntarios y que han causado gran malestar. De esta forma tan alegórica se inicia una nueva etapa en la que se pretende actuar de forma diferente ante la ansiedad y la depresión.
  • Es muy importante que un cleptómano comparta la experiencia vivida con personas de confianza. De esta manera se comparte el problema y la vergüenza desaparece poco a poco. Reconocer el problema es siempre el primer paso para solucionarlo y, además, se aconseja realizar un ejercicio muy útil con las personas que comparten el secreto: pedirles que sirvan de acompañantes para acudir a los lugares donde se cometieron los robos y les vigilen para evitar nuevos episodios.
  • Se recomienda que el afectado trabaje en la búsqueda de sensaciones positivas mediante otras actividades, como practicar deporte al aire libre, disfrutar de algún pasatiempo y mantener relaciones sociales activas para prevenir el aislamiento.
  • El mayor antídoto para las conductas impulsivas y adictivas es vivir emociones intensas y positivas que provoquen sensación plenitud. De este modo, mejora el estado de ánimo y desaparece casi de forma espontánea la necesidad de cometer pequeños hurtos que hacen a la persona esclava de sus emociones, perpetuando su malestar de forma constante.

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