miércoles, 4 de febrero de 2009

Mi hijo ¿un adicto?

Fuente: http://www.familia.cl/salud/adiccion/adiccion.htm



Algunas veces podemos sentir pánico al imaginar que uno de nuestros hijos o hijas pueda verse enfrentado a este problema; o tal vez preferimos pensar que ellos están lo suficientemente alejados y protegidos; quizás confiamos en que les hemos brindado una formación sólida en la infancia que los mantendrá "a salvo"; o es probable que conozcamos a alguna familia que haya sufrido el consumo problemático de drogas o alcohol y al compararnos con ellos, concluimos que "algo tienen que haber hecho mal".





¿Cómo prevenir o detectar tempranamente el consumo problemático de drogas o alcohol en nuestros hijos?


Es muy importante no caer en las campañas del terror al interior de la familia, porque el miedo bloquea la comunicación y nos lleva a evitar el tema.

Es necesario que padres e hijos adolescentes comiencen informándose y abriendo espacios de conversación acerca de las drogas, el alcohol y los efectos de su consumo.

Pero, aun cuando la información y la conversación son necesarias, no son por sí solas suficientes. Se requiere también establecer normas claras, firmes y explícitas en relación al consumo, que los padres debemos encargarnos de hacer cumplir.

Al mismo tiempo, es indispensable estar alerta a algunas señales que pueden darnos cuenta del consumo de alguna sustancia adictiva por parte de nuestros hijos y que pueden observarse principalmente en los siguientes ámbitos:

Escolar:

- Disminución significativa del rendimiento escolar
- Notas inferiores a las del promedio de sus compañeros
- Incumplimiento de deberes escolares
- Problemas de concentración durante las clases o estudio

Comportamiento agresivo:
- Amenazas de lastimar o hacer daño a otras personas
- Molestar o hacer daño a los animales
- Daño intencional a objetos de otras personas.

Grupo de amigos:

- Consumo regular de drogas o alcohol por parte de los amigos de nuestro hijo o hija
- Venta u obsequio de drogas por parte de los amigos de nuestro hijo o hija
- Porte de sus amigos de drogas o alcohol en las fiestas.

Familia:

- Consumo de algún miembro de la familia de marihuana o cocaína
- Ingesta de alcohol de algún miembro de la familia hasta el punto de causar problemas en la casa, en el trabajo o con los amigos
- Discusiones frecuentes con nuestro hijo(a) que han terminado a gritos.

¿Y si detecto riesgo de adicción en mi hijo o hija?

Ante la duda de si nuestro hijo se encuentra en una situación de riesgo, es necesario acudir a un equipo profesional especializado en adicciones, que tenga un abordaje integral al problema, tomando en cuenta las complejas dinámicas psicológicas que se encuentran a la base del problema.

No se requiere esperar a que nuestro hijo se muestre motivado por pedir ayuda a un psiquiatra o psicólogo, porque lo más probable es que inicialmente se oponga a la idea. En este caso, el mismo equipo profesional puede proporcionarnos herramientas para acercar a nuestro hijo a una evaluación especializada, sin esperar a que "toque fondo", situación que muchas veces provoca daños muy difíciles de reparar.

Por último, no debemos olvidar que un tratamiento exitoso requiere del compromiso de la familia, ya que somos los padres y hermanos quienes mejor conocemos a nuestro hijo o hija, con quienes convive diariamente, y por tanto, quienes podemos apoyar con más fuerza la labor de él o los profesionales tratantes.

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