Los niños con problemas emocionales tienen con mayor frecuencia y en forma más severa dificultades con la percepción y el aprendizaje.
La madurez para el aprendizaje escolar depende de la maduración de la percepción y de la capacidad para analizar e integrar lo que ha sido percibido o ha escuchado durante el transcurso de su vida en la que se relaciona con el ambito familiar, social y personal.
La motivación adecuada, la buena alimentación y la oportunidad para un crecimiento intelectual,
mejorara su estado emocional con relación a su familia y aumente su atención en clase, tenderá a mejorar su rendimiento; porque un niño que se siente querido y apreciado se esfuerza por complacer a sus padres, maestros y sociedad.
Los niños de zonas carenciales, se desarrollan en un medio donde no se valora lo suficiente el rendimiento escolar y aunque su capacidad sea normal van a mostrar un retraso para aprender, pueden volverse agresivos y tener serios trastornos de conducta.
La formación de los padres dependera como se el niño desarrolle y desenvuelva en la sociedad, inculacando de manera positiva el amor, los valores, el autoestima, la comunicación y la integración familiar.
sábado, 17 de enero de 2009
Fuente: http://psicologia.laguia2000.com
Etiquetas: Niños
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